Joyas del arte Troiano en la Mezquita de Córdoba.
- Ion
- 24 feb 2022
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 25 nov 2023
Sorprenden y maravillan a cualquier visitante de la Mezquita de Córdoba dos magníficos conjuntos escultóricos en mármol situados bajo los púlpitos de caoba del Altar Mayor. Delante de las esculturas, los guías turísticos explican a grupos de asombrados turistas la antigua leyenda en torno a una de ellas, la del Buey blanco de la Mezquita.
Cuenta esta leyenda que dicho buey fue el encargado de trasladar una a una todas las columnas con las que se construyó la Mezquita y cuando lo hizo con la última, reventó de agotamiento y murió. A continuación, un ave carroñera, en este caso, un cuervo, habría acudido presto a devorar sus restos. El dueño del malogrado animal, como recuerdo y en homenaje a su descomunal esfuerzo, habría ordenado esculpirle la estatua.
Hasta aquí lo que cuenta la famosa leyenda, aunque como cualquiera puede observar a simple vista, el buey es en realidad un toro, y el cuervo, un águila. Finalmente, los guías aclaran a los turistas que les escuchan atentamente que tanto estas esculturas como las que se encuentran bajo el otro púlpito del Altar Mayor, un Ángel blanco sobre un león rojo, representan en realidad a los cuatro evangelistas. El buey (aunque en este caso sea un toro) representaría a San Lucas, el águila a San Juan, el ángel a San Mateo y el león a San Marcos. Así, y tras estas pertinentes explicaciones que habrán sido repetidas miles de veces, tanto guías como turistas se marchan satisfechos a contemplar otras maravillas del interior de la Mezquita.
De todos modos, no deja de llamar la atención del observador avezado la forma en que el artista o los artistas que esculpieron estas esculturas dispusieron los símbolos representando a los cuatro evangelistas. Ya que el toro agonizante parece haber sido vencido por el águila, el cual posa triunfante con las alas desplegadas sobre su lomo. Y el Ángel blanco, da claramente la impresión de estar descansando victorioso sobre un león rojo derrotado que cualquiera diría que está más muerto que vivo.
Por otro lado, ciertamente es bastante frecuente encontrar en la iconografía cristiana a esos cuatro símbolos representando a los cuatro evangelistas, aunque siempre se presentan por separado, pero lo que nunca había visto hasta estas esculturas de la Mezquita de Córdoba, era que un evangelista, o su respectivo símbolo, pose triunfante encima del símbolo de otro evangelista aparentemente derrotado o vencido o sometido. Y además doblemente, dando así la clara impresión de que el evangelio de San Juan (águila) estuviera por encima del de San Lucas (toro), y el de San Mateo (ángel) por el de San Marcos (león).
Desde luego, este aparente enredo de símbolos evangélicos comienza a resultar un interesante enigma de cuya solución o explicación imagino que tuvieron que dejar alguna constancia el escultor o escultores de las obras, o quien les encargara realizarlas. Pero lo más curioso o interesante viene al buscar información de las obras del artista al que se le atribuye la creación de estas esculturas de la Mezquita, el francés Jean-Michel Verdiguier, y comprobar que este no fue en realidad su escultor, ya que solo hay constancia, como se puede comprobar en su biografía publicada en la web de la Real Academia de Historia, que fueron obra suya sólo los púlpitos de caoba, en los que trabajó en los años 1761 y 1766-1779.
Este artículo concluiría aquí, dejando en el aire la solución a este interesante enigma, de no ser porque en el año 1985, y en un voluminoso libro titulado ‘Los Bere’, su autor, el investigador Alexandre Eleazar, ofrece una interpretación sobre el significado simbólico y el origen de estas esculturas, basándose en fuentes históricas muy antiguas, bastante más coherente y creíble que la que ofrecen los guías turísticos. Además, expone otros detalles sobre la fundación de Kardube (Córdoba), sus fundadores, su verdadera antigüedad y relevancia histórica, que de comprobarse ciertos, harían tambalear los propios cimientos de la historiografía de Córdoba y de Andalucía, y que deberían de ruborizarnos de vergüenza tanto a cordobeses como a los andaluces en general, por permitir, que en el año 1998, y al amparo de una modificación de la Ley hipotecaria que hizo el gobierno de Aznar, la Iglesia in matriculara a su nombre la Mezquita de Córdoba, un bien patrimonial histórico y cultural de incalculable valor, pagando una tasa de 30 euros.

“El Águila de Alexandre, bajando de una nube, aplasta el toro, símbolo de la raza paia. Es una de las raras obras Troianas que aún existen en la península Ibérica y puede admirarse en Córdoba.” Alexandre Eleazar

¡Una bella obra Troiana!
“Alexandre-Alado, haciendo el signo del Be, descansa sobre el león rojo, símbolo del Imperio Paio Fenecido. Es una auténtica joya del Arte Bere, creada en la Nobilísima Kardube.” Alexandre Eleazar
Abril del 3589 a.C.
“Llegaron por fin en un lugar muy agradable donde el río es anchuroso, bordeado de cañaverales y de frondosa vegetación. Alexandre, al quedar extasiado por semejante belleza, ordena establecer el campamento por unos días.
Tal lugar llegará a ser muy célebre a causa de esta decisión del Zar, porque al día siguiente, EL y sus Capitanes fundan la ciudad de KARDUBE (Córdoba).
Para realizar este acto solemne Alexandre coloca la primera piedra de una gran BEZILIK (Basílica) la cual quiere se levante en Honor y Memoria de la Gesta Troiana.
Con el tiempo KARDUBE será una famosa ciudad a consecuencia de su basílica Troiana, cuyos cimientos, murallas, torre y varias esculturas originales existen todavía.” ‘Los Bere’, Alexandre Eleazar.
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