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Russian Echo



Ciertamente, cuando uno lee libros, escucha series históricas, visualiza reportajes de la historia, y en particular la del siglo XX y de las causas de las Guerras Mundiales, absorbe una ingente cantidad de información y datos, pero debo señalar que una buena parte de ellos, de lo que se escribe en los medios de los hechos históricamente aceptados, no explican otras versiones que algunos vivieron de primera mano y que se silencian, más cuando los acontecimientos del presente parecen reverberar en los oídos del pasado. Sí, de nuevo una guerra contra Rusia, y tienen razón los rusos cuando señalan que en los frentes orientales en Ucrania y en el sitio de la antigua Tsaritsyn (Volvogrado) estuvieron implicadas varias naciones europeas y que parte de los ejércitos alemanes lo componían facciones de varios países occidentales. Es en realidad la conspiración de muchos líderes políticos, grandes empresarios europeos y de un tercer pilar que no mencionaré aquí, que planearon la eliminación de la ex Unión Soviética, por no decir de la Santa Rusia –sin ser contradictorio–, pues efectivamente, lo intentaron previamente a la Revolución y de varios modos, al igual que hoy. Ya antes de la guerra, los fascistas en Francia proclamaban abiertamente que cuando llegaran los alemanes –que esperaban con ansiedad– enderezarían al resto de la población. La idea partía en aquel entonces de que, si hubieran llegado en el 36, cuando el Frente Popular fue proclamado, nunca hubiese estallado la guerra. En ese momento ya tenían el pretexto para venir. Si entonces lo hubiesen hecho, la guerra de España no habría durado 3 años. Luego, enseguida, habrían cruzado los Pirineos y antes de Navidad, tomado Gibraltar. Desde 1938 hasta 1941 bien podrían haber destruido Inglaterra y ocuparla totalmente y coger todo su Imperio de «lame-culos» … (tal como los llamaban). Por escuchar a los comunistas y a toda su cantinela habían perdido todo este tiempo y habían muerto miles de franceses –decían–, mientras que, en 1936, solamente «pasando a cuchillo a dos o trescientos mil comunistas» que había en Francia se habría acabado, no habría necesidad entonces de fastidiarse con los internados y meterlos en prisión.

A grosso modo, la descripción del plan fascista era rodear Francia para después vencer toda Europa y Francia sirviéndose de la traición de todos los fascistas que desde el Front Populaire no había hecho más que rezar por la victoria de los alemanes en España, Checoslovaquia, Austria y en Francia... su traición, fue la sola causa de la debacle. No era a la gente de los departamentos del norte a los que se tenían que incriminar (y a los que solían acusar), ni a los belgas, ni a los ingleses ni a los americanos o a los turcos por no haber entrado en guerra contra Alemania, si no a los oficiales superiores que, como Pétain, había vendido Francia en Madrid mucho antes de la declaración de guerra y si Inglaterra se fue en Dunkerke para salvar la piel había hecho muy bien, cosa que fastidiaba a los fascistas franceses por no ver a esos «cerdos» protestantes permanecer muertos sobre suelo francés y esto no lo podían perdonar. En cuanto a los rusos, si se les criticaba en aquella época a causa de la partición de Polonia, era porque estaban celosos de que Rusia hubiese recuperado una parte de su antiguo territorio que le fue arrancado gracias a Francia, y porque el futuro frente nazi contra Rusia había reculado. Los fascistas hubiesen deseado que la frontera germano-rusa estuviese más cerca de Moscú para llegar más deprisa. Lo que había hecho Rusia era moral y natural, cualquier otra nación hubiese hecho lo mismo y era una flagrante contradicción que entonces se gritara que Rusia «nos había traicionado porque era nuestro aliada». Pues si eran «aliados», los franceses deberían haber estado contentos de que hubiese salvado una parte de territorio polaco, esperando poder organizar una mejor defensa, y si los dos países, Rusia y Alemania eran aliados para despedazar a Francia, Europa e Inglaterra, ¿por qué razón Alemania se preparaba para lanzarse sobre Rusia?, pues todo el mundo sabía que los fascistas clamaban que la cuestión de la guerra era destruir a todos los partidos comunistas y las repúblicas, democracias y todo aquello que respirara libertades y derechos del hombre y del ciudadano en toda Europa, pero sobre todo, aplastar a Rusia. Y a diferencia de algunos que solamente querían acabar con el comunismo ruso, había muchísimos otros con la idea de acabar simplemente con Rusia, con comunismo o sin él, pues los insultos que recibían los pobres obreros rusos blancos en las fábricas del sur de Francia en aquel entonces eran incesantes. Y hablando de estos últimos y de la revolución bolchevique, uno debería preguntarse porque Fritz Platten, secretario del Partido Socialdemócrata suizo, supuestamente logró un acuerdo con el káiser Guillermo II para que Lenin y sus compañeros pudieran atravesar en un tren sellado Alemania cuando ésta estaba enfrentada a Rusia en el conflicto mundial, y eso que era el primo hermano de Alejandra de Rusia, esposa del Zar Nicolás II. En cuanto a Ucrania, las tropas alemanas fueron recibidas como verdaderas libertadoras en Galizia. Las organizaciones nacionalistas que estaban en la clandestinidad aparecieron de golpe adhiriéndose a éstas, siendo la más importante la de Galizia con más de 80.000 colaboradores. Se produjo la masacre étnica de Babi Yar, cuando 33.771 judíos fueron ejecutados en ¡solo! 2 días por las bandas armadas de Bandera y de la OUN, luego, Mykola Lebed, socio de Bandera, mandó ejecutar a unos 37.000 polacos. Al final de la guerra, los norteamericanos siempre ayudaron a ciertos elementos del nazismo, por ejemplo, en la Operación Paperclip, cuando 1500 científicos alemanes fueron trasladados a EEUU y lo mismo hicieron con los nazis ucranianos, salvando al propio Bandera, que vivió en Mónaco, con nombre falso, hasta 1959 en donde fue localizado y asesinado por agentes de la KGB. Mykola Lebed también fue ayudado. Vivió bajo la protección de la CIA hasta 1998 en EEUU. Lo más cómico y trágico de todo este asunto es que Zelenski fue escogido por el Jerusalem Post como «el judío más influyente del mundo», delatando que sus padres eran judíos y que su abuelo luchó con el ejército soviético y que algunos de sus familiares murieron en manos de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial mientras los tanques nazis corrían por los campos de cereales ucranianos hacia Rusia. Pero ahora es él mismo quien se los pide a los alemanes para hacerlos correr igualmente hacia Rusia.

De todos modos, volviendo al presente y a nuestro «jardín», lo primero que me di cuenta al inicio de la guerra en Ucrania era como una mujer como Ursula von der Leyen, por ejemplo y entre otros, podía ser tan agresiva en este asunto, a pesar de entender, claro está, que fue Ministra de Defensa en Alemania y que, con su inestimable ayuda, el país parecía revivir un cierto esplendor armamentístico de antaño, entregando armas en zonas de guerra como Iraq, obviamente con fines pacificadores. Pasadas dos generaciones de la guerra, la imagen o «marca» de Alemania fuera de sus fronteras ha querido evolucionar hacia un país capaz de producir buena tecnología, equipos y maquinaria fiables, eso es lo que vende o lo intenta, pues contraria y desgraciadamente, en todos estos años su fama ha sido y sigue dependiendo en gran medida de la época de la Alemania Nazi, en negativo. Esa «Ministra de la Guerra», tal como la calificó la conocida revista alemana Stern, dio fin a seis décadas de contención militar por culpa de la derrota del país en la segunda guerra mundial y ahora se quiere volver al tablero de las grande potencias europeas y eso parece un dejà vu. Todo hay que decirlo, su padre, Ernst Albrecht tenía una tendencia pronunciada hacia el Nacional Socialismo que se observa en su libro The State, Idea and Reality: Outlines of a political philosophy y su amigo, Hans Puvogel (Ministro de Justicia) llegó a escribir en su tesis doctoral: «solo una persona válida para la raza tiene derecho a existir en una comunidad nacional». Frases semejantes decoran el acervo político actual, como la de la señora Christine Lagarde, presidenta del FMI, quien expresó que «los viejos viven demasiado y es un riesgo para la economía», a pesar de que cuando lo dijo, ella misma, ya tenía una buena edad. ¿Existe alguna relación con el hecho de que Ursula von der Leyen eliminara unos mensajes de texto SMS sobre el acuerdo de las vacunas entre ella y el consejero delegado de la farmacéutica estadounidense Pfizer, Albert Bourla?

Hablar de la guerra actual en Ucrania es hacerlo también de los medios informativos y de su apoyo masivo a la guerra y a las decisiones políticas de los altos funcionarios de Europa. Francamente, no parecen, si no son solo una única voz, sin ninguna otra versión a contrastar, ni opinión opuesta, aparentemente. De hecho, los noticiarios expresan lo mismo prácticamente en todos los medios exponiendo un cuarto de hora o veinte minutos de propaganda política, veinte minutos para el tiempo y otros veinte para el fútbol o más, todo ello aliñado con secciones necrológicas y, en cuanto a la guerra de Ucrania, con imágenes y mensajes nazis. El 4 de enero en Telediario 2, aparece el comandante «Naz» de la Legión Extranjera de Ucrania en calidad de héroe. Lleva una gorra con el sol negro ocultista de la SS que aún puede verse hoy en día en el Castillo de Wewelsburg (Alemania), en donde se reunía su núcleo duro. Tres días después, aparecen en el Telediario 1, celebrando la Navidad, unos refugiados ucranianos ortodoxos en España con las paredes llenas de imágenes de fascistas como Stépan Bandera, ultra nacionalista que fue condenado por terrorismo por el asesinato del Primer Ministro Bronislaw Pieracki, miembro de la OUN y colaborador de la SS y responsable de miles de muertos. Y como estos, una gran variedad de mensajes subliminales se incorpora lenta, pero constantemente en los medios de comunicación. Me recuerda un poco precisamente a la revista alemana Stern, antes mencionada y que, desde el principio del conflicto, se inclinó sin dudarlo en contra de Rusia. Y no es de extrañar entonces, ya que, en 2013, el Frankfurter Allgemeine Zeitung reveló las raíces nazis de Stern, de antes y de ahora y es que, la mayoría de los empresarios que hicieron carrera bajo el régimen de Hitler, la siguió después de 1945 sin ningún tipo de complicación: todos ganaban. El pueblo se enfrenta entonces a un nuevo complot que roza una práctica de lavado de cerebro perverso. Se trata del «o estás conmigo o contra mí». Tampoco parecen los medios sentir ningún tipo de vergüenza, pues nadie alza la voz o bien contradice el mensaje. ¿Serán estos transmitidos por algún nuevo mini Goebbels desde algún despacho de propaganda de la OTAN como la NED? Y este dinero quizás se destine a crear a conveniencia partidos políticos y asociaciones, financiar medios de comunicación y privatizaciones para beneficiar multinacionales extranjeras, ahora sobre todo en Ucrania, claro. Estos mensajes de este «nuevo Reichstag», el 4º a lo que vamos, rozan la absurdidad: Rusia se bombardea así misma en la central nuclear de Zaporiyia (con sus soldados y mandos dentro), la OTAN acusa a Rusia de asesinatos en Bucha, pero los muertos llevaban semanas muertos, 400 asesinos y mercenarios de Wagner han ingresado en Ucrania para matar al presidente Zelenky (así … , como si fueran invisibles), todos los soldados de la isla de las serpientes han sido asesinados por un buque ruso, cuando estaban todos vivos y bien, etc. y para colmo, al principio de la guerra decían «los rusos son unos hijos de puta», pero claro, eso quedaba muy fuerte para una sociedad aparentemente respetuosa y democrática con las diferentes nacionalidades y entonces lo cambiaron por «Putin esto y Putin lo otro», como si Rusia fuera Putin y no existiera nada más, rozando la estupidez más supina, actitud que no paran de utilizar nuestros políticos españoles, como un conocido alcalde español que cuando los propios rusos le engañaron en una entrevista dijo: «creo que es necesario castigar a los hijos de puta rusos aquí en España y en Madrid y estamos haciendo todo lo posible para ello a nivel del gobierno nacional y de los gobiernos locales». ¡Qué fuerte!, ¡Que fuerte es que un alcalde de una gran ciudad democrática no diga, sino piense tan gravemente en este delito de odio! ¡Qué triste es la mentalidad actual de los políticos y los medios! Con todos los problemas reales que tiene el ciudadano, ¿Son estas la soluciones que queremos para la humanidad? Imaginemos la misma frase en boca de un nuevo Himmler: «creo que es necesario castigar a los hijos de puta judíos aquí en España y en Madrid y estamos haciendo todo lo posible para ello a nivel del gobierno nacional y de los gobiernos locales». Ahora en boca de David Duke: «creo que es necesario castigar a los hijos de puta negros aquí en España y en Madrid y estamos haciendo todo lo posible para ello a nivel del gobierno nacional y de los gobiernos locales» y, por último, en boca de un «líder» de un futuro 1984: «creo que es necesario castigar a los hijos de puta que están en contra de nosotros aquí en España y en Madrid y estamos haciendo todo lo posible para ello a nivel del gobierno nacional y de los gobiernos locales». Está claro. Si no fuera por la mentalidad de toda esta gente y ya desde hace siglos, estaríamos en otro mundo, un mundo de Paz y de espléndida naturaleza.

Yorumlar


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